viernes, 8 de mayo de 2009

El flamante regidor de Córdoba, Andrés Ocaña (IU), apuesta por la continuidad


Andrés Ocaña (IU) fue nombrado ayer por la mañana el sexto alcalde de Córdoba del presente periodo democrático. Los 11 votos del grupo municipal de IU, sumados a los cuatro del PSOE, sirvieron para imponerse a los 14 concejales del PP, que habían presentado a su líder, José Antonio Nieto, como aspirante a recoger la vara de regidor. Para dirigir el nuevo gobierno de coalición con los socialistas, Ocaña ha decidido rodearse de personas de su grupo municipal de IU provenientes del periodo que se acaba de cerrar con la salida de Rosa Aguilar, nueva consejera de Obras Públicas de la Junta de Andalucía.


La anterior regidora, Rosa Aguilar, no estuvo presente en la toma de posesión

Como mano derecha, Francisco Tejada, anteriormente en la Delegación de Hacienda y Turismo, pasa a ser segundo teniente de alcalde, delegado de Urbanismo y portavoz. Alfonso Igualada mantiene el Área de Deportes y suma las competencias de Hacienda. El último cambio de peso lo protagoniza Rosa Candelario, muy cercana a la ex alcaldesa Rosa Aguilar, que dirigirá la Delegación de Presidencia y la de Turismo, convirtiéndose además en la tercera teniente de alcalde. La ex regidora Rosa Aguilar no acudió al pleno. Sí lo hicieron sus cuatro antecesores.

Se pone así fin a dos semanas de transición tras la súbita salida de Aguilar de la alcaldía. En su discurso, el nuevo alcalde de Córdoba tuvo palabras de elogio a Aguilar, a la que acompañó estrechamente en sus casi diez años de mandato municipal. También señaló que pensaba gobernar "con la mano tendida" a todos los grupos. Por su parte, el líder del grupo mayoritario (PP), José Antonio Nieto, pidió a Ocaña que iniciase "su particular perestroika" para sacar a Córdoba de la etapa política de Aguilar, a la que calificó de "sonriente pero ineficaz".

En estos días de tránsito al frente del Consistorio, se ha abierto un debate en el seno de la coalición de izquierdas, no tanto para elegir a un nuevo candidato -nadie ha hecho realmente sombra a Ocaña-, aunque sí para tratar de recuperar las riendas políticas de un Ayuntamiento que, bajo la batuta de la ex alcaldesa -y ya ex miembro de IU-, era un verso libre que se regía al margen del control de la organización política. Fuentes del partido insistieron ayer en que el carácter continuista del nuevo gobierno no significa que no se haya mejorado en la comunicación entre su grupo municipal y la propia coalición. Es más, creen que los cambios se realizan con el consenso de todos y facilitarán el debate interno de la formación. Esta ha sido una de las metas fundamentales marcadas por la dirección provincial y regional, si bien las mismas fuentes afirman que se deja la obligada autonomía al nuevo alcalde de Córdoba.

Diego Valderas, coordinador regional de IU -quien acudió al acto de investidura acompañado del coordinador general, Cayo Lara-, respaldó a Ocaña y se mostró seguro de que realizará un "trabajo mucho más cercano a la ciudadanía en el plano político y más volcado en la organización [...] Habrá más comunicación, más facilidades e ilusiones de las que había hasta hace poco tiempo".

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