FERNANDO PEINADO ALCARAZ 11/05/2009
El País
Una hora antes de que comience el mitin que trae a Madrid al líder antisistema francés Olivier Besancenot decenas de simpatizantes aguardan a las puertas de la escuela donde se celebrará el acto. ¿A qué se debe tanta expectación? En Francia, la revolución Besancenot le sitúa ya como el político francés más valorado, según algunas encuestas, y rondaría el 10% de intención de voto si las elecciones presidenciales se celebraran hoy.
Acaba de llegar en el AVE desde Barcelona, donde por la mañana ha dado otro mitin ante más de 300 militantes, y pide solamente una botella de agua con gas. Dicen de él que es un extremista pero, con su cara de niño bueno, no tiene pinta de haberle tirado piedras a la policía. "No sé qué ocurre en España, pero en Francia la violencia la generan los políticos, los empresarios con sus despidos y la policía con sus cargas en las manifestaciones". Y se confiesa: "Cuando veo las noticias me entran ganas de romper la televisión", para luego matizar: "Uno no puede permanecer como espectador cuando ve las cosas que están pasando en Palestina, o a la policía aporreando a los trabajadores que acaban de ser despedidos... Hay 10.000 buenas razones para no quedarse impasible".
Bebe agua y habla con calma. Es un político precoz. Con 14 años se enroló en la Juventud Comunista Revolucionaria y en una ONG antirracismo. "Por aquella época Le Pen ya andaba incitando al odio contra los inmigrantes y el detonante que me llevó a movilizarme fue una agresión racista a un chico turco de un barrio popular, al que yo conocía". Ahora, con 35, es uno de los portavoces del Nuevo Partido Anticapitalista y ha venido a apoyar a su partido hermano en España, Izquierda Anticapitalista, en la campaña para las elecciones al Parlamento Europeo.
A pesar de su carrera fulgurante -con 28 años fue el candidato más joven a las elecciones presidenciales- Besancenot sigue trabajando como cartero en Neuilly sur Seine, un municipio acomodado de las afueras de París. "Yo no soy ni nunca me consideraré un político profesional. Nadie lo es en mi partido. Sigo siendo un militante más. La dirección me pidió que me presentara a las elecciones después de una serie de fracasos y decidió que había que dar paso a una nueva generación".
Su rostro es uno de los más populares del movimiento antisistema en toda Europa. La página web de Izquierda Anticapitalista está presidida por un cartel con su cara en rojo y azul, al estilo del que usó Obama en su campaña. En lugar del célebre "Yes, we can", el lema reza "Anticapitalistas".
¿Es Besancenot el Obama de la izquierda radical? "Esto es una broma", responde con una sonrisa cuando se le enseña el cartel. "Precisamente han puesto mi cara ahí con la intención de desmitificarle. Es evidente, en todo caso, que Obama está escribiendo una nueva página en la historia, para dejar atrás toda una era de discriminación y racismo. Pero no nos hacemos ilusiones. Su programa es el mismo que han portado siempre los dos partidos del sistema".
Besancenot deja su botella de agua a medio acabar. En la calle, partidarios de izquierdas de todas las edades esperan para escuchar a un nuevo líder con su mensaje de que el cambio, revolucionario, sí es posible.
1 comentario:
El tiempo de Izquierda Unida ha acabado, su autodestrucción se ha consumado.
El futuro se llama Izquierda Anticapitalista.
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