Ya han pasado cuatro años. Parece que fue ayer cuando un grupo de vecinos y vecinas de Guzmán nos agrupamos en torno a las siglas de Izquierda Unida para intentar plantar cara a la hegemonía del PSOE. Hoy somos una alternativa real, lo cual me llena de orgullo.
Los motivos que nos reunieron a socialistas de izquierdas, andalucistas, cristianos de base, comunistas, ecologistas o simplemente vecinos comprometidos con el pueblo fueron tres: un PGOU que quería (y quiere) enterrarnos en cemento; las ilógicas intenciones sobre el Dolmen (que ahora será parte de nuestro escudo, cuando hace tres años querían cercarlo entre construcciones); y la aspiración a disfrutar de un Ayuntamiento cercano, que volviera a confiar en la gente y que contara con la ciudadanía (se han dado pasos, como con la Cabalgata, pero hay que seguir trabajando).
Desde una perspectiva personal, por si interesa, el balance ha sido positivo. Lo mejor: la cercanía y el cariño de mucha gente, que ha ido confiando poco a poco en nosotros y nos ha trasladado opiniones, problemas e inquietudes; también la satisfacción por el trabajo bien hecho, ya que hemos visto poco a poco cómo nos han dado la razón desde instituciones superiores en todos los asuntos defendidos: PGOU ilegal; Dolmen invadido; estado de las cuentas municipales; AROA; Cabal
Lo más desagradable: las implicaciones personales a las que algunos representantes del PSOE intentaban llevar los Plenos, en los que las alusiones personales sobre mi se han tocado constantemente por algunos representantes socialistas; como si un concejal de la oposición tuviera que dar cuentas de su vida en un Pleno municipal, en el que se trata de la gestión del pueblo, y en cambio el Alcalde, con 12 años de gobierno, pudiera pasar por alto su obligación de responder utilizando estos gruesos argumentos.
Gamberro político, niñato, demagogo, comunista (como si fuera un insulto, lo cual siempre me sorprendió) e incluso insinuaciones de machismo, han sido algunos de los argumentos del PSOE local contra mi labor.
Aparte está el continuo victimismo ejercido: la culpa es de todos menos del PSOE (de la crisis; los ecologistas; del Dolmen; de la Junta; de IU; de los vecinos, que son interesados; de los agentes de policía, que son vagos; del empresario de Aroa, que es corrupto...) Del PSOE no. Gobiernan desde hace 12 años. Ya basta de culpar al resto y que asuman sus propias responsabilidades.
También yo he sido duro: política indigna, caciquil, chapucera… Pero nunca con las personas. La realidad lo confirma: su des-gobierno, su día a día.
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