El nuevo líder de IU está convencido de que algunos escándalos del PSOE en la capital pueden pasar factura a su formación · Desde su cargo pide a los suyos lealtad y capacidad para dialogar "sin perder el tiempo"
Trinidad Perdiguero | Actualizado 05.07.2009 - 05:03
Maestro de 48 años, el coordinador provincial de IU es portavoz de la formación en la Diputación y edil en Gerena, donde fue alcalde entre 1994 y 1999. Asegura que está ilusionado con el reto, así lo transmite, aunque muchos le han advertido que se ha complicado la vida.
-¿Salir de coordinador gracias a un acuerdo con la CUT-BAI limita sus decisiones?
-No. Supone un esfuerzo añadido, pero enriquecedor. Coincidimos en el modelo político, hubo un único documento que intentamos consensuar entre las tres sensibilidades que ya recoge la dirección colegiada.
-IU es la segunda fuerza en gobiernos en Sevilla. Pero va a la baja, perdió Camas y peligra La Algaba.
-Sevilla es, con Córdoba, donde más representación en gobiernos de ayuntamientos tenemos y se dan los mejores resultados del país. Estoy convencido de que vamos a mantenerlo y a crecer. Tenemos avanzadas candidaturas en municipios donde nunca hemos estado. Parte de nuestros problemas son fruto de los problemas internos y vamos a superarlos. Quiero abrir una nueva etapa en la que vamos a ilusionar a la ciudadanía, a los trabajadores y a nuestra militancia con diálogo, consenso, entendiendo las diferentes sensibilidades de IU como algo positivo y no cerrando los debates en clave de vencedores ni vencidos. Mi objetivo prioritario es convertir a IU en una fuerza política referente, útil para la ciudadanía y habitable, donde todos estemos cómodos.
-La sensación es que cada uno va por su cuenta. ¿Cómo lo hará?
-La fórmula es que todos tengamos responsabilidad y lealtad y usar el diálogo. IU es un movimiento político y social, no un partido al uso, y requiere de un esfuerzo de todos. Una de sus señas es su diversidad y pluralidad y en esta refundación será clave la integración. No sobra nadie, faltan muchísimos y debemos entendernos. Otro error ha sido airear nuestro debate interno. Nuestra militancia demanda que aparezcamos como una fuerza unida. Hay que debatir, pero no podemos perder tanto tiempo, la calle nos espera y hay mucha conflictividad. El 90% de nuestro tiempo debe de estar dedicado a los problemas de los ciudadanos. El reto es difícil pero estoy ilusionado.
-¿Qué es una refundación?
-IU fue un proyecto que ilusionó a millones de ciudadanos. Tuvimos 21 diputados en el Congreso, 20 en Andalucía. Hemos hecho un análisis serio. El bipartidismo, el voto útil, la ley electoral influyen, pero hacemos autocrítica. Hay que buscar las señas que hicieron de IU una fuerza útil. Hay varias prioridades: un proceso de apertura a la sociedad, es un error creer que somos la única fuerza de izquierda, hay mucha gente que se fue desencantada, incluso del PSOE, debemos intentar que vuelvan a IU; otro elemento es la integración de todas las sensibilidades, comunistas, nacionalistas, independientes, feministas, buscando elementos de síntesis. Hay que renovar órganos, en la dirección el 25% tendrá menos de 30 años. Otra clave es la participación ciudadana, creemos en la democracia no sólo representativa sino participativa. Con todo debemos refundar IU, volver a ser lo que fuimos, como el himno. A la vez, ponernos al frente de las movilizaciones que se están dando.
-¿Los desencantados del PSOE pueden identificarse con nacionalistas? Es un abanico muy amplio.
-Nos podemos poner de acuerdo en un programa, un compromiso y las alternativas a lo que hay.
-Hábleme de ese programa trasladado a la provincia de Sevilla.
-Tenemos propuestas concretas: un PER extraordinario que garantice al menos cuatro meses de trabajo para los jornaleros; una moratoria en las hipotecas, el derecho a la vivienda no puede vulnerarse por una situación desesperada; hacen falta ayudas al autónomo, al pequeño comercio. Son medidas cuantificadas, que ni se aproximan a los miles de millones que se inyectan a la banca. Hemos propuesto control estatal de sectores estratégicos de energía, una banca pública, que la fusión de las cajas ayude a la economía social. Cuando hablamos de planificación democrática de la economía, que puede sonar a bolchevique, aludimos a algo previsto en la Constitución. Muchas veces nuestro mensaje se manipula, pero son proyectos realizables.
-¿Qué lectura hace de que UPyD les haya superado en votos en las europeas en la capital ?
-Creo que ocupará el espacio en las capitales que deja un PSOE que decepciona a sectores moderados y una derecha demasiado arrogante. A la alternativa clara de la izquierda no debería afectarle.
-¿Qué balance hace del gobierno de coalición en Sevilla?
-Nuestras asambleas tienen autonomía para llegar a acuerdos programáticos. Respetamos el pacto de Sevilla, que ha propiciado logros para la ciudad. Pero también pensamos que algunos escándalos del partido mayoritario en el gobierno pueden pasar factura a IU. Vamos a tratar de evitarlo explicando muy bien el trabajo de IU.
-¿Polémicas como los brigadistas, los conciertos por Cuba no ensombrecen la gestión?
-El carril bici está por IU, las viviendas sociales, la no construcción de la central de Punta de Verde, políticas de ayudas a sectores desfavorecidos. Hay mucha hipocresía y manipulación tendenciosa. Colaborar con otro país o asociaciones en política de solidaridad es correcto y si se cuestiona con asociaciones cubanas, habría que hacerlo con las relaciones de la Junta con Marruecos, por ejemplo. Hay que hacerlo con total transparencia para no dejar margen a la crítica destructiva.
-¿Autonomía significa que volverán a avalar pactos con el PP?
-El compromiso de IU es con los ciudadanos. Debemos retomar el dicho de Anguita de programa, programa y programa. El nuestro es de izquierda y nos sentaremos con quien lo acepte. Hay alcaldes del PSOE que plantean políticas de derecha, con privatización de servicios, y otros que se aproximan a nosotros. Los pactos que se firman con el PSOE-A son orientativos.
-Sánchez Gordillo tiene un peso irrefutable en su comarca, ¿pero no es una figura difícil de encajar con una IU más urbana que busca alternativas? Choca que un parlamentario se encadene en un foro en el que tiene voz y voto.
-Todos los colectivos son imprescindibles en este proyecto. Debemos de huir del tutelaje de una fuerza sobre la organización. El concepto que tiene la CUT de la izquierda es peculiar, claro y compatible con otros. IU no es una fuerza antigua, anquilosada. La diversidad nos enriquece. Son formas de movilizarse, como otras. Muchas veces hay que llamar la atención para concienciar a la ciudadanía.
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