Un joven viaja a pie desde Pozoblanco a Cuenca, como hizo su abuelo tras la guerra.
17/02/2009 M. LUNA CASTRO
Coincidiendo con el septuagésimo aniversario del fin de la Guerra Civil, Francisco Javier Martínez Huerta, un conquense de 24 años, ha decidido honrar a su abuelo, Pedro Martínez Romera, recorriendo a pie el mismo camino que éste hiciera en 1939, cuando volvió caminando a su localidad natal, Rada de Haro, desde el frente de batalla de Pozoblanco, donde estaba destinado al terminar la contienda. En total serán 274 kilómetros
Martínez Huerta, que vive en el municipio de Villaescusa de Haro (Cuenca), afirmaba antes de iniciar el viaje que su objetivo es hacer un homenaje a su abuelo "y recordar a todos los que sufrieron la dictadura franquista", "aunque también lo hago para protestar por lo corta que se ha quedado la ley de la memoria histórica, una ley insuficiente en todos sus aspectos".
Este joven quiere demostrar "que me siento orgulloso de que hombres como mi abuelo lucharan por la libertad, y después de 70 años, por desgracia, muchas cosas no han cambiado".
Francisco Javier comenzó el camino el pasado domingo 15 de febrero y tiene previsto llegar a Rada de Haro el día 22. Ha dividido su itinerario en siete etapas, en las que pasará por Pozoblanco, Pedroche y Torrecampo, en Córdoba; La Bienvenida, Almodóvar del Campo, Villamayor de Calatrava, Poblete, Ciudad Real, Daimiel, Arenas de San Juan, Herencia, Alcázar de San Juan y Socuéllamos en la provincia de Ciudad Real; y por los pueblos conquenses de Las Mesas, Las Pedroñeras y Rada de Haro.
Su llegada a Pozoblanco tuvo lugar sobre las diez de la mañana del domingo, cuando fue recibido, junto con los familiares que se le han unido en esta aventura, por miembros de Izquierda Unida de Pozoblanco, con quienes se acercó a la historia general de la zona a la que acababa de llegar. A ellos también se unió un componente del Foro por la Memoria de Córdoba. A eso de las 12 de la mañana comenzó a andar. El punto de partida de la primera etapa, de 20 kilómetros, fue el ayuntamiento de Pozoblanco, un primer recorrido que dividieron en dos tandas: la primera hasta Pedroche, donde pararon a comer, y la segunda hasta Torrecampo, donde hicieron noche. Ayer salieron de Torrecampo para llegar a La Bienvenida (una pequeña pedanía de Almodóvar del Campo). Francisco Javier reconoce que está siendo un bonito viaje lleno de emociones.
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